Los argelinos salieron a las calles durante el fin de semana para protestar contra las reformas recientemente introducidas para retrasar la edad de jubilación a los 60 años.
Los planes se debatirán en el parlamento esta semana y se espera que el proyecto de ley sea aprobado.
La caída en los ingresos derivados del petróleo ha obligado a las autoridades a redactar la ley para poner fin a la jubilación anticipada y sólo permitir la jubilación después de 32 años de contribución a un fondo de pensiones, independientemente de la edad. La reforma entrará en vigor en el próximo mes de enero.
La protesta fue organizada por sindicalistas y forma parte de una serie de huelgas y manifestaciones contra el proyecto de ley de finanzas de 2017.
Durante las protestas, la policía arrestó a varios manifestantes y requisó sus banderas.
"Me golpearon y me hirieron", dijo el director de una escuela, Abdelmalek Zegada, a un periodista del Servicio de Prensa Argelino. "La policía golpeó a maestros, médicos y trabajadores", se quejaba Um Abdelkader. "Estamos todos sorprendidos."
Según los manifestantes, muchos otros fueron detenidos en los controles a las afueras de Argel y se les impidió participar en las manifestaciones.
Nadia Chouitem, una legisladora de la oposición, dijo que estaba triste por ver "tanta violencia", mientras que su colega Smain Kouadria, acusó al Estado argelino de imponer una conducta de tipo "totalitaria" frente a demandas "legítimas".
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