El tiempo en Londres, donde vivo, puede llegar a ser realmente frío y deprimente, y todos tenemos una receta que nos hace rememorar el verano, la mía es el Layali Libnan. Cuando me siento triste y echo de menos el verano y a mi familia, preparo este plato, que me recuerda a las largas reuniones familiares de Oriente Medio en torno a este postre frío.
Este postre es maravilloso porque la mayoría de sus ingredientes son cosas básicas que siempre se tienen en la despensa. Sémola, azúcar y leche en polvo son cosas que siempre tengo a mano, siendo el único ingrediente "especial" la ishta o crema, que se puede comprar tanto fresca como enlatada en cualquier tienda especializada en comida de Oriente Medio, y ambos formatos sirven para esta receta. Si decides usar ishta enlatado, te recomiendo que lo enfríes, junto a los plátanos, ya que este plato se sirve frío.
Mucha gente me pregunta que por qué uso leche en polvo en lugar de leche fresca. Si bien puedes usar las dos, creo que la leche en polvo le da a los postres una textura cremosa que no se puede conseguir con leche fresca. Además, los plátanos no son un elemento tradicional, pero en mi familia siempre se han añadido, y creo que son el relleno perfecto para la capa cremosa de abajo. Si quieres, puedes no añadirlos o usar otro relleno de tu elección.
Otro aspecto genial de este postre es que puedes hacer la base un día o dos antes y añadir el ishta y los plátanos justo antes de servirlo. Este postre es muy rápido y sencillo, la parte má difícil es esperar a que se enfríe.
Ingredientes
- 1 taza de sémola fina
- 1 taza de leche en polvo
- 4 vasos de agua
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de agua de azahar o de rosas (opcional)
- 300g de crema fresca (ishta)
- 2-3 plátanos
- Pistachos
- Almíbar frío
Instrucciones
1. Pon la sémola, la leche en polvo, el agua y el azúcar en una olla grande. Mézclalo todo. Pon la olla a fuego medio y bate hasta que la mezcla espese. Retirar del fuego y añadir el agua de azahar o de rosas. Verter la mezcla en una fuente de servir. A mí particularmente me gusta servirlo en una fuente de cristal transparente para que se vean las capas.
2. Deja que adopte al temperatura ambiente y después enfríalo en el frigorífico un mínimo de 4 horas. A mí me gusta dejarlo refrigerar toda la noche.
3. Al sacarlo del frigorífico, cúbrelo con la capa de crema fresca y plátanos en rodajas. Espolvoréalo con pistachos triturados y servir. Por último, rocía cada porción de postre con un poco de almíbar. ¡A disfrutar!