Un explosivo colocado en la carretera, presuntamente por miembors de la guerrilla kurda del PKK, se ha cobrado este domingo la vida de un soldados turco en la provincia de Hakkari, en el sudeste de Turquía, hiriendo a otros tres, según señalan fuentes oficiales.
Las fuerzas de seguridad se encontraban intentando desactivar la bomba, colocada en la autovía a 30 km de la capital de la provincia, cuando ésta fue detonada por control remoto por miembros de la guerrilla, ha asegurado un oficial bajo condición de anonimato debido a las restricciones para hablar con los medios.
Los heridos fueron llevados al hospital de Hakkari, mentras se lanzaba una operación para atrapar a los atacantes.
Mientras tanto, dos militantes del PKK se entregaron a las fuerzas de seguridad en el distrito de Baskale, en la provincia vecina de Van. La misma fuente señaló que los ex militantes huyeron del PKK y se rindieron en la estación de gendarmería del distrito.
El PKK - considerado como organización terrorista por Turquía, EE.UU y la U.E. - regresó a su campaña armada de décadas en julio del año pasado, desde cuando más de 600 agentes de seguridad han sido asesinados y alrededor de 7.000 militantes del PKK han muerto.
Este lunes, los militantes del PKK lanzaron un ataque de granadas propulsadas por cohetes contra el aeropuerto de la provincia de Diyarbakir, en el sudeste de Turquía, mientras que la acción militar turca en Siria mató a 25 miembros del PYD, afiliados sirios del PKK.
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