Portuguese / Spanish / English

Oriente Medio cerca de usted

La Primavera Árabe, seis años después

Han pasado seis años desde el estallido de los levantamientos árabes, que comenzaron en el Túnez de Sidi Bouzid tras la auto inmolación de Mohamed Bouazizi. Con su muerte, se encendió una chispa en el mundo árabe, cuya ideología había sido frustrada social, económica, religiosa y políticamente. La revolución se extendió desde Túnez a Egipto, Libia, Yemen y Siria a la velocidad del rayo, sobrepasando las expectativas de la CIA, según declaró uno de sus oficiales.

Muchos creen que las revoluciones árabes han fracasado, y que la Primavera Árabe se ha transformado en un otoño o incluso un duro invierno. Consideran que la situación ha empeorado, y que sigue empeorando cada día, con cada vez más violencia, derramamiento de sangre e indignación.

Lo que sucede hoy en día en el mundo árabe puede parecer ser la situación al valor nominal, pero la realidad es otra muy diferente. La Primavera Árabe triunfó a la hora de expulsar a cuatro líderes de Estado – en Túnez, Egipto, Libia y Yemen – que explotaban a su pueblo. Con su expulsión, los ciudadanos corrientes al fin pudieron respirar libres y soñar con un nuevo comienzo. Querían recuperar los años que habían perdido durante más de dos generaciones.

Los árabes consiguieron romper las barreras del miedo, y demostraron que son tan capaces de una revolución como cualquier otro del mundo. El pueblo lidió con lo que sucedía con un “inocencia revolucionaria”; a esto se debió que los Estados profundos de las capitales regionales pudiesen desplazarse, gracias a sus vínculos con gánsteres, generales y falsos intelectuales, para ignorar la voluntad del pueblo, llevándoles a la situación prerrevolucionaria.

Túnez es la excepción. Es el único país que no cayó víctima de la violencia, a pesar de las grandes cantidades de financiación extranjera apuntasen a otra dirección. En contraste, la revolución de Siria se transformó en una “guerra mundial” que expuso las intenciones de tanto árabes como potencias internacionales. De hecho, Siria se ha convertido en el nuevo gran ajedrez del mundo. Los sueños de Catalina la Grande se han hecho realidad gracias a Putin, que no permitió a los sirios retomar su capital, Damasco.

Las revoluciones continúan. La Primavera Árabe sigue cambiando y sigue floreciendo. Lo que viene después no será lo mismo que lo que ya ha sucedido; no importa cuánto tiempo pase.

 

Traducido de Al-sharq, 24 de enero 2017

Mantente actualizad@

Subscríbete para recibir nuestros boletines