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Los sirios de Turquía, entre la espada y la pared

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habla durante la Gran Reunión de Rumelia en el Centro de Congresos Halic en Estambul, Turquía, el 22 de mayo de 2023 [Mustafa Kamacı - Anadolu Agency].

El panorama electoral turco es verdaderamente repugnante, un panorama en el que los refugiados sirios se han convertido en chivo expiatorio y objeto de feroces pujas por parte de diversos partidos. Los últimos días han sido testigos de un punto álgido en este sentido, reflejo del resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales que se celebraron conjuntamente con las parlamentarias el domingo 14 de mayo. El actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, obtuvo algo menos de la mitad de los votos, por lo que fue necesaria una segunda vuelta, mientras que el candidato de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, obtuvo alrededor del 45%, y el candidato fascista de extrema derecha obtuvo alrededor del 5%.

Como recordatorio, Erdogan se presenta a las elecciones en nombre del Partido de la Justicia y el Desarrollo que fundó y dirige, y de la Alianza Popular que combina su partido con el ultranacionalista Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), clasificado en la extrema derecha, así como con grupos más pequeños, entre ellos el Partido de la Causa Libre, conocido en Turquía como el "Hezbolá turco". En cuanto a Kilicdaroglu, es el líder del Partido Republicano del Pueblo, asociado al legado de Mustafá Kemal, fundador de la República Turca, así como al movimiento socialdemócrata internacional. Se presentó a las elecciones presidenciales en nombre de una coalición que incluye a seis partidos, conocida como la Mesa de los Seis y la Alianza de la Nación, que incluye partidos cuyas posiciones van desde el kemalismo (Partido del Bien) al islamismo conservador (Partido de la Felicidad).

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En cuanto al tercer candidato, Sinan Ogan, es un antiguo miembro del Partido del Movimiento Nacionalista que se presentó a la primera vuelta de las elecciones presidenciales bajo la bandera de la Alianza Ancestral, que se identifica con la herencia fascista. Al igual que los grupos de extrema derecha de todo el mundo, uno de los principales pilares de la plataforma de la Alianza Ancestral, así como del Partido del Movimiento Nacionalista, es la hostilidad hacia los inmigrantes y los refugiados, lo que básicamente significa hostilidad hacia los refugiados sirios, cuyo número ascendió a más de 3,5 millones en Turquía, de los 5,5 millones de refugiados que abandonaron Siria en los últimos diez años.

Los dos principales candidatos que siguen en liza para la segunda vuelta del domingo, Erdogan y Kilicdaroglu, pensaban que ganarse el apoyo del tercer candidato, Ogan, llevaría a quienes le votaron en la primera vuelta a votarles a ellos en la segunda, con lo que ganarían las elecciones. Durante la semana pasada se hicieron intensos esfuerzos en este sentido, ya que los dos candidatos enfrentados competían por conseguir el respaldo del candidato de la alianza fascista.

El jueves pasado, Kilicdaroglu pronunció un discurso inmerso en el oportunismo, en un miserable intento de cortejar a los votantes que votaron a Ogan en la primera vuelta. Lanzó un ataque contra Erdogan, acusándole de inundar Turquía de refugiados, mientras exageraba su número afirmando que eran 10 millones, y prometiendo expulsarlos del país si ganaba las elecciones. Kilicdaroglu también reprochó a Erdogan sus negociaciones con terroristas en los primeros años de su presidencia, en referencia al PKK. Este discurso, que refleja la desesperación de Kilicdaroglu por alcanzar su sueño, es una apuesta perdedora, ya que no consiguió atraer a la extrema derecha. En cambio, recibió grandes críticas de la oposición de izquierdas, con cuyos votos cuenta, incluido el Partido Democrático de los Pueblos, que simpatiza con el PKK.

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Por otra parte, Erdogan se reunió con Ogan el pasado viernes y, aunque no se reveló lo que ocurrió entre ambos en el encuentro, éste dio lugar a que el candidato de la Alianza Ancestral anunciara el lunes su apoyo a la renovación del mandato del actual presidente. Es probable que los círculos del MHP hayan desempeñado un papel a la hora de instar a Ogan a apoyar a Erdogan. Y es que este último, tras perder la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias de 2015, dio un brusco giro político y se alió con el MHP, con el que comparte el poder desde entonces, lo que coincidió con el rebrote de la guerra con el PKK.

También se ha producido un cambio gradual en la retórica y las medidas prácticas del gobierno turco, que ha pasado de acoger a los refugiados sirios a considerarlos una carga para el país que debe ser eliminada. Erdogan se empeñó en crear una "Zona Segura" en el interior del territorio sirio para trasladar a ella a los refugiados de Turquía, al tiempo que sugería que el retorno forzoso de los refugiados al este de Siria inundaría de árabes las zonas con una población kurda concentrada. Sin embargo, este proyecto se ha enfrentado a grandes obstáculos, como el disgusto de Estados Unidos y el rechazo del régimen sirio, apoyado por Rusia e Irán. El gobierno turco tomó la iniciativa de copiar a los regímenes árabes, con los que estaba en conflicto hasta hace poco, en su planteamiento de reconciliarse con el gobierno de la familia Assad, con la esperanza de llegar a un acuerdo con este último que permitiera el regreso de la mayoría de los refugiados a los territorios sirios, que es también lo que buscan los gobernantes libaneses y jordanos.

En cualquier caso, el partido nacionalista de extrema derecha tiene la llave del poder turco desde 2015, es decir, desde que el Partido de la Justicia y el Desarrollo lo necesitó para asegurarse la mayoría en el Parlamento turco. Esto quedó aún más establecido en las elecciones de 2018, en las que el partido obtuvo algo menos de la mitad de los escaños (295 de 600). En cuanto a las últimas elecciones, el partido obtuvo solo 268 escaños, y su aliado nacionalista obtuvo 50 escaños, mientras que la Alianza Nacional obtuvo 212. Esto significa que quienquiera que gane las elecciones el próximo domingo, ya sea Erdogan (lo que es probable) o Kilicdaroglu, se verá obligado a confiar en el Partido del Movimiento Nacionalista para obtener una mayoría parlamentaria, lo que confirma que los refugiados sirios serán definitivamente el chivo expiatorio en la próxima etapa.

Este artículo apareció por primera vez en árabe en Al-Quds Al-Arabi el 23 de mayo de 2023

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente

 

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