En los alrededores de Gaza se han colocado carteles del dictador egipcio Abdel Fattah Al-Sisi para agradecerle la reconstrucción de parte de la Franja.
Esta exhibición recuerda a la de 2017, cuando su imagen apareció por toda Gaza, como agradecimiento por el papel de Egipto en la reconciliación entre Al Fatah y Hamás.
Tras los 11 días de bombardeos israelíes sobre Gaza en mayo, una constructora egipcia construyó una carretera costera en la ciudad de Beit Lahya.
La ofensiva causó la muerte de 66 niños y 260 palestinos en total y destruyó unas 2.000 viviendas, lo que supuso unas pérdidas estimadas en 497 millones de dólares.
Egipto prometió 500 millones de dólares para ayudar a reconstruir Gaza, lo que se consideró en su momento un intento de asegurar su influencia en Oriente Medio, que estaba disminuyendo después de que varios países del Golfo normalizaran sus relaciones con Israel.
Es probable que esto dé a Egipto influencia política con Gaza, y con la comunidad internacional.
El compromiso se produjo tras el papel de Al-Sisi en la negociación del fin de los bombardeos aéreos israelíes sobre la Franja, lo que le valió los elogios del presidente estadounidense Joe Biden, con quien hasta entonces mantenía frías relaciones.
Sin embargo, en su país, Al-Sisi ha sido muy criticado por prometer ayuda internacional en el extranjero mientras los egipcios sufren en casa.
El ejército egipcio ha destruido más de 12.000 propiedades -principalmente viviendas- en el Sinaí, al otro lado de la frontera con Gaza, y ha arrasado miles de casas y tierras de cultivo.
En todo Egipto, dos tercios de la población viven por debajo del umbral de la pobreza y han sufrido el duro paquete de medidas de austeridad que se está aplicando en todo el país.
Durante los ataques, las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a dos egipcios que enarbolaron la bandera palestina en público y arrestaron a un médico que se ofreció a atender a los palestinos heridos por los ataques aéreos.
El coordinador egipcio-palestino de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para Egipto, Ramy Shaath, sigue en prisión. Las autoridades han intentado quitarle el pasaporte alegando que es palestino y no egipcio.
Desde que comenzó el bloqueo israelí a Gaza, Egipto ha colaborado manteniendo el paso de Rafah prácticamente cerrado.
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