Diplomáticos israelíes habrían presionado al decano de una universidad estadounidense para que se destituyera a un profesor crítico con el Estado ocupante, alegando antisemitismo. Los detalles de la intervención de los funcionarios consulares israelíes, en lo que ha sido denunciado como otro ejemplo de la flagrante injerencia de un Estado extranjero, fueron reportados por The Intercept.
Los funcionarios consulares israelíes en el sureste de EE.UU. organizaron reuniones con un decano de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill para retirar a la estudiante de posgrado, Kylie Broderick, de la enseñanza del curso del departamento de historia llamado "El conflicto sobre Israel/Palestina". Los detalles de la visita de los funcionarios israelíes habrían sido expuestos por dos profesores de la UNC que tenían conocimiento de la reunión.
La intervención de los funcionarios israelíes se produjo tras una campaña de presión por parte de sitios web de derechas pro-israelíes y de un grupo de defensa que señalaron las publicaciones que Broderick había hecho en Twitter en las que criticaba a Israel y al sionismo y, sin pruebas, citaron las publicaciones como prueba de antisemitismo.
En los últimos años ha habido una campaña concertada para confundir el antisemitismo con las críticas a Israel, utilizando la adopción de una definición de racismo muy controvertida conocida como la Definición Internacional del Holocausto del antisemitismo. Siete de los 11 ejemplos de antisemitismo citados en la IHRA confunden las críticas a Israel con el antisemitismo. Los críticos han argumentado que su adopción ha tenido un efecto escalofriante en todos los niveles de la sociedad, especialmente en las universidades y los campus.
Los dos profesores de la UNC revelaron que, además de la intervención del gobierno israelí, la universidad se enfrentó a la presión de un miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
"No es un fenómeno nuevo el hecho de que partes externas hayan tratado de sofocar la libertad académica en este tema", se dice que dijo Broderick. "Pero estas personas nunca me han visto enseñar, nunca han visto mis evaluaciones anteriores que han dicho que trato a los estudiantes de forma justa, y por tanto no tienen derecho a dictar lo que digo dentro del aula".
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"Creo que el hecho de que un representante de un gobierno extranjero intente vigilar una clase académica es, en primer lugar, ridículo, y una obvia reacción exagerada a lo que es esencialmente una cuestión que comenzó en Twitter", añadió Broderick. "También me parece extraño que se haya concedido una audiencia al consulado general de Israel. Si se tratara de una clase sobre Hungría o Australia, ¿habría permitido la universidad el intento de injerencia de un gobierno extranjero? El hecho de que esta reunión haya tenido lugar es claramente una amenaza para la libertad académica".
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