Un tribunal israelí ha confirmado la prohibición de viajar impuesta a la activista palestina Hanadi Al-Halawani, a quien se le ha prohibido salir de la Cisjordania ocupada para viajar al extranjero hasta el 19 de enero del próximo año. La prohibición renovada se le impuso ayer tras ser citada para ser interrogada por las Fuerzas de Defensa de Israel en la Jerusalén ocupada.
La prohibición de viajar impuesta a esta mujer de 40 años se ha utilizado como excusa para negarle el acceso a la sanidad y al seguro nacional. Además, es sometida regularmente a acoso físico y verbal durante las protestas contra las redadas de colonos ilegales contra los palestinos.
"He sido detenida por los israelíes 63 veces, y han irrumpido en mi casa en muchas ocasiones. Lo hacen cuando mis hijos intentan estudiar para los exámenes, y los israelíes confiscan sus libros", dijo a MEMO a principios de este año. "Ha habido ocasiones en las que me han encarcelado durante dos semanas seguidas y aterrorizan a mis hijos y a mi marido para molestar a los vecinos todos los días e incitarles a que me desalojen de mi casa por ser "la causa" de los disturbios".
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Con decenas de miles de seguidores en las redes sociales, donde publica regularmente sobre la ciudad santa y la mezquita de Al-Aqsa, recibe muchas invitaciones para dar charlas en el extranjero. La prohibición le impide hacerlo.
"Me impiden viajar para participar en conferencias fuera de los territorios palestinos ocupados y por mi trabajo", explicó. "También me han impedido salir de mi propia casa y cruzar a Cisjordania ocupada porque participo en actividades en universidades palestinas que también trabajan para denunciar los crímenes israelíes".
Al-Halawani es una de las varias mujeres palestinas a las que las autoridades de ocupación israelíes han prohibido repetidamente la entrada al recinto de la mezquita de Al-Aqsa debido a su activismo político. Mientras su familia entra en el Noble Santuario, ella espera fuera.
La mezquita de Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del Islam después de La Meca y Madinah, en Arabia Saudí. Los colonos judíos, entre otros, se refieren al santuario como el "Monte del Templo" y lo reclaman para sí.
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