Rusia y China boicotearon el martes una videoconferencia a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para hablar de las armas químicas en Siria.
Un diplomático, que pidió el anonimato, dijo que tanto Rusia como China "tenían baldosas vacías en la pantalla" durante la reunión virtual.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que su país contaba con que la "discusión estuviera abierta".
"Lamentablemente, nuestros socios occidentales y sus aliados insistieron en celebrar esta reunión a puerta cerrada en un ambiente informal, a pesar de los lemas de apertura y transparencia del Consejo de Seguridad", dijo Nebenzia, añadiendo que "tal enfoque es inaceptable para nosotros ya que socava las prerrogativas de los estados parte de la Convención de Armas Químicas".
Durante la reunión mensual, los miembros del Consejo de Seguridad escucharon los informes del Alto Representante de las Naciones Unidas para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, y el jefe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Fernando Arias.
El consejo también escuchó al coordinador del equipo de investigación e identificación de la OPAQ, Santiago Onate-Laborde.
A principios de abril, el equipo publicó un informe en el que acusaba explícitamente a Damasco de lanzar tres ataques con armas químicas en 2017.
Tanto Siria como su principal aliado, Rusia, rechazaron las acusaciones, diciendo que la capacidad de producción química de Damasco había sido destruida.
Mientras tanto, la misión diplomática británica ante las Naciones Unidas dijo en un comunicado que la reunión del martes "se ha programado en un formato cerrado para permitir a los miembros del Consejo y a la República Árabe Siria intercambiar puntos de vista con franqueza y hacer preguntas a los informantes".
"La negativa a asistir a la reunión y a tratar con la OPAQ sobre el fondo de sus conclusiones es decepcionante e indica la preferencia de algunos miembros del Consejo por socavar la prohibición del uso de armas químicas atacando a las personas e instituciones encargadas de protegerla", añadía la declaración.
Mientras tanto, el enviado ruso Nebenzia dijo a los periodistas que Moscú iniciaría su propia investigación sobre el uso de armas químicas en Siria, añadiendo que las conclusiones de las investigaciones serán compartidas con el mundo.
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