La periodista Solafa Magdy y su esposo Hossam Al-Sayyad seguirán arrestados otros 15 días.
Solafa y su esposo fueron detenidos en noviembre de 2019 cuando salían de una cafetería en Dokki, El Cairo, junto con su amigo, el activista Muhammed Salah.
Los tres estuvieron retenidos a la fuerza, durante 18 horas dentro de la Fiscalía Suprema de Seguridad del Estado.
La detención se produce como parte de la represión de septiembre en la que las autoridades detuvieron a miles de egipcios, incluidos niños, para evitar que se manifestaran en contra de su gobierno.
Hasta 4.000 personas fueron arrestadas durante varias semanas cuando la gente pedía la dimisión del general convertido en presidente Abdel Fattah Al-Sisi.
Grupos de derechos humanos afirman que Solafa fue atacada porque había defendido a su amiga, la fundadora del 6 de abril, Israa Abdulfattah, quien también fue secuestrada, en las calles del Cairo, torturada, golpeada y retenida por las fuerzas de seguridad.
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A finales de enero, las organizaciones de derechos humanos anunciaron que la vida de Solafa corría peligro tras las negligencias médicas deliberadas a las que ha sido sometida a demás de padecer dolores severos en espalda y rodillas como resultado de la tortura que ha sufrido en el interior de la cárcel.
Belady Center for Rights and Freedoms dijo que tuvo que dejar de recibir tratamiento médico porque el hospital de la prisión no era higiénico y el equipo no estaba esterilizado.
En sus primeros días dentro de la prisión, Solafa fue inyectada con un medicamento al que era alérgica y que afectó gravemente su movilidad durante varios días.
Su estado empeoró por las condiciones dentro de la prisión de mujeres de Al-Qanater, donde está detenida.
Solafa ha trabajado para varias organizaciones de medios como Al Sharqiya, DW, Daily News Egypt y la BBC.
En 2017 fundó Everday Footage, una escuela en Egipto para enseñar a periodistas e investigadores ciudadanos cómo usar sus teléfonos móviles para documentar las noticias.
En 2019 ganó la beca Reham Al-Farra y se convirtió en la única periodista árabe elegida para cubrir la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En diciembre, Solafa inició una huelga de hambre con otras diez detenidas para protestar por sus malos tratos y las condiciones en que se encuentran las mujeres recluidas.