Según los informes, un egipcio murió el martes en una estación de policía en Alejandría, Egipto, después de ser sometido a tortura, según el Centro de Derechos Humanos El Shehab.

Raafat Hamed, que vivía en la ciudad costera, había sido desaparecido por la fuerza y ​​posteriormente torturado hasta que le rompieron los huesos como resultado de la tortura.

La organización de derechos egipcios responsabilizó al Ministerio del Interior de la muerte de Hamed y agregó que la notoria administración de la prisión de Akrab (escorpión) se negó a llevarlo a la prisión debido a su deteriorada situación y lo devolvió a la estación de policía de Dikhaila.

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El centro pidió a los fiscales que investiguen la muerte de Hamed y responsabilicen a los involucrados.

El director del centro, Khalaf Bayoumi, le dijo al sitio web Aljazeera.net que Hamed no padecía ninguna enfermedad y que estaba en buen estado de salud antes de su desaparición forzada y detención hace un mes.

Este no es el primer detenido en morir bajo custodia en Egipto. Human Rights Watch señala una "tortura generalizada y sistemática" en los centros de detención del país. "Bajo el presidente Abdel Fattah al-Sisi, la policía regular de Egipto y los oficiales de Seguridad Nacional rutinariamente torturan a los detenidos políticos con técnicas que incluyen palizas, descargas eléctricas, posiciones de estrés y, a veces, violaciones", agregó el organismo de vigilancia internacional de derechos humanos.

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