Ghassan Salame, el representante especial de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), expresó su pesar el 12 de enero de que la tregua anunciada entre las dos partes del conflicto no se está implementando en el terreno, y ahora solo es “letra muerta".
Esto ocurrió durante la sesión informativa del representante de la ONU en la sesión del Consejo de Seguridad sobre Libia, durante la cual discutió las violaciones que tienen lugar en Libia, a pesar de las promesas hechas en la Conferencia de Berlín.
Salame expresó su preocupación por los refuerzos militares recibidos por las dos partes del conflicto libio, afirmando que esto anuncia un conflicto más amplio que amenaza la región y constituye una violación flagrante de la prohibición de armamento.
El representante de la ONU señaló que el conflicto ha desestabilizado la economía libia, en medio de las débiles instituciones e infraestructura. Explicó que la suspensión de las exportaciones de petróleo de los puertos en el este de Libia conducirá a pérdidas en los ingresos nacionales, estimados en alrededor de 55 millones de dólares por día. También señaló que las acumulaciones de los ingresos perdidos, como resultado del bloqueo, han alcanzado más de 622 millones de dólares hasta la fecha.
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Según Salame, aproximadamente 149.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en las cercanías de Trípoli, desde la erupción del conflicto en abril pasado. Mientras tanto, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ACNUR, ha suspendido sus actividades en el centro de reunión y salida que estableció, porque la seguridad no está garantizada debido a las actividades de capacitación que se llevan a cabo cerca del centro, además de recibir informes fiables de graves violaciones de derechos humanos en Sirte.
El 19 de enero, la capital alemana de Berlín organizó una conferencia sobre la crisis libia, con la participación de representantes de Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, Alemania, Turquía, Italia, Argelia y otros países de la región. Los participantes destacaron en la ceremonia de clausura de la conferencia la necesidad de avanzar en la solución política para resolver la crisis en el país, insistiendo en la prohibición del armamento y la prevención de la intervención extranjera.
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