Un artista israelí ha levantado delante del Teatro Nacional una estatua de la ministra de Cultura Miri Regev “para protestar su iniciativa para que los colectivos artísticos que considera antipatrióticos dejen de recibir financiación”.
Itay Zalait situó ayer la estatua, que representa a Regev “en un largo vestido blanco y mirándose en un gran espejo” en la Plaza Habima de Tel Aviv.
El lunes, el parlamento israelí aprobó de forma preliminar el proyecto de ley que permitirá al Ministerio de Cultura retirar las subvenciones a las instituciones cuyas obras “contravengan los principios del estado”. Antes de convertirse en ley, dicho borrador tiene que ser sometido a otras dos lecturas.
De acuerdo con la agencia Reuters, el proyecto de ley “se centra en iniciativas artísticas que a juicio del Ministerio de Cultura nieguen el carácter judío y democrático de Israel, inciten ‘a la violencia o al terrorismo’ o se mofen de la bandera y de otros símbolos nacionales de Israel”.
“Ésta es nuestra lucha y nunca se sabe (…) si de aquí a un par de años aún podremos hacerlo,” declaró Zalait, que animó a los artistas a “salir de los museos” y de llevar sus obras directamente ante el público.
Regev reaccionó en Twitter a la intervención artística haciendo referencia al espejo colocado delante de su estatua. La ministra señaló que es la comunidad artística la que necesita reflexionar acerca de sí misma. “En efecto, a lo largo de los tres últimos años, me ha tocado con frecuencia poner un espejo ante el rostro del mundo cultural israelí,” escribió.
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