El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo el jueves que había retirado a 71 funcionarios internacionales de Yemen debido a incidentes de seguridad y amenazas, trasladándolos a Djibouti.
La agencia de ayuda pidió a todas las partes enfrentadas en el conflicto de Yemen, que dura ya tres años, que proporcionen garantías de seguridad para poder seguir ejecutando sus programas de asistencia quirúrgica, acuática y alimentaria, que según dijo habían quedado paralizados por la evacuación parcial.
Unos 450 empleados del CICR permanecen en Yemen, incluidos docenas de empleados expatriados, dijo la portavoz Marie-Claire Feghali.
"Nuestras actividades actuales han sido bloqueadas, amenazadas y atacadas directamente en las últimas semanas, y vemos un vigoroso intento de instrumentalizar nuestra organización como un peón en el conflicto", decía el CICR en un comunicado.
Un empleado del CICR, ciudadano libanés, fue asesinado el 21 de abril por un pistolero desconocido que abrió fuego contra su automóvil en la ciudad de Taiz, en el suroeste de Yemen, cuando se dirigía a visitar una prisión.
"Si bien la delegación de Yemen ha recibido numerosas amenazas en el pasado, ahora no podemos aceptar riesgos adicionales menos de dos meses después de que un atacante matara a un miembro del personal. La seguridad de nuestro personal, que está siendo intimidado por las partes en el conflicto, es un requisito no negociable para nuestra presencia y trabajo en Yemen y es una prioridad absoluta", rezaba el comunicado.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y varios estados aliados de éstos entraron en la guerra en 2015 para tratar de hacer retroceder a los hutíes, un movimiento popular aliado de Irán que en 2014 forzó al exilio al gobierno respaldado por Arabia Saudí.
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No queda claro por el momento si la ONU u otras agencias de ayuda comenzarían a evacuar a su personal extranjero de Yemen. Fuerzas no identificadas atacaron un buque de ayuda de la ONU frente al principal puerto yemení de Hudeydah durante el fin de semana, según dijeron las autoridades portuarias.
Mientras las fuerzas de la coalición militar liderada por Arabia Saudí se acercan a Hudeydah, las agencias de ayuda temen que una gran batalla cierre la vital vía de entrada de alimentos para los millones de civiles hambrientos.
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