El canal 7 hebreo ha revelado que las autoridades israelíes comenzarán a trasladar el próximo domingo a 25 familias de colonos desde el asentamiento ilegal de Amona al nuevo asentamiento ilegal de Amihai. Estas familias de colonos ya han comenzado a transferir sus enseres personales al mismo.
El canal de noticias informó también de que otras quince familias de colonos serán reubicadas la próxima semana en el nuevo asentamiento. Este está construido en tierras palestinas al norte de Ramallah.
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Está previsto que este nuevo asentamiento albergue a unas 40 familias de colonos que serán desalojadas de forma aleatoria del asentamiento conocido como Amona, situado al sureste de Ramallah. El Tribunal Supremo israelí sentenció en febrero de 2017 que este asentamiento estaba situado en tierras palestinas.
Ameihai es considerado el primer asentamiento nuevo construido por decisión gubernamental desde 1992. Aunque durante los últimos años las autoridades de ocupación han estado expandiendo los asentamientos existentes.
La construcción de nuevos asentamientos ilegales, la expansión de los ya existentes, y otras acciones de las autoridades de ocupación como la construcción del muro de la vergüenza, o de carreteras de uso exclusivo para los colonos, u otras actividades, erosionan día a día nuevas zonas del territorio palestino fragmentándolo aún más y amenazando la posibilidad de que el futuro estado palestino mantenga una continuidad territorial.
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El número de colonos ilegales en los territorios palestinos ocupados supera los 700,000. Entre ellos se incluyen 500,000 colonos que residen en Cisjordania, residiendo el resto en la ocupada Jerusalén Este. Su presencia es causa de continuas fricciones y tensiones con los 3 millones de palestinos que permanecen en Cisjordania y Jerusalén Oriental tras la ocupación militar por parte de Israel de estos territorios en 1967.
Es de recordar que diversas resoluciones de la ONU, la última de las cuales es la Resolución 2334 emitida en diciembre de 2016 han exigido a Israel que evacue estos asentamientos que, a decir de esta misma resolución, son “ilegales” y una “violación flagrante” del Derecho Internacional.
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