Funcionarios israelíes del municipio de Jerusalén y la policía examinaron ayer cinco edificios en el barrio Kafr Aqab de la Jerusalén Oriental ocupada, preparándolos para su futura demolición.
Los edificios, erigidos sin el casi imposible "permiso", albergan actualmente a unas 138 familias palestinas.
Según el Jerusalem Post, los bloques de apartamentos se van a demoler para construir un camino público junto al Muro de separación.
El periódico informa que de unos 60.000 residentes en Kafr Aqab, unos 52,000 viven en edificios "ilegales".
Mounir Zghayer, presidente del comité local del vecindario, declaró que, contrariamente a las afirmaciones hechas por el municipio, los residentes locales nunca han solicitado el camino en cuestión.
"El municipio está forzando este movimiento contra nosotros, contra nuestra voluntad", declaró.
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Zghayer también advirtió que al demoler los edificios usando explosiones controladas, existe un alto riesgo de "daños colaterales" a los edificios cercanos.
Jerusalén Oriental ha estado bajo ocupación militar israelí desde 1967 y fue anexada ilegalmente por las autoridades israelíes para formar parte del municipio de Jerusalén.
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