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La realidad de la crisis eléctrica en Gaza

Las imágenes muestran a los ciudadanos de Gaza protestando contra la falta de electricidad. Fotografías de Mohammad Asad, fotógrafo de MEMO en la zona.

Miles de palestinos de la ocupada Franja de Gaza se han echado a las calles varias veces en las últimas semanas para protestar por la falta de electricidad que afecta todos los aspectos de su vida, incluso a los hospitales, escuelas y guarderías les falta electricidad.

Se necesita electricidad todo el año, pero en invierno tiene aún más importancia. En Gaza hace mucho frío, y aún hay muchos palestinos en el territorio que siguen sin hogar más de dos años después de la ofensiva israelí de 2014, en la que las fuerzas armadas israelíes destruyeron cientos de miles de casas, así como infraestructuras del enclave, incluyendo instalaciones de electricidad, purificación de agua y alcantarillado.

Hace dos semanas, se informó que un recién nacido había muerto congelado en Gaza; sus padres simplemente no pudieron calentar su casa lo suficiente como para salvarle. Como mucho, los palestinos de la Franja de Gaza tienen electricidad cuatro horas al día; algunos días sólo dos horas. Esto ha ocurrido en mi propia casa varias veces durante la actual ola de frío.

Por lo tanto, el pueblo de Gaza tiene todo el derecho de salir a las calles como protesta ante la falta de combustible. Nadie les niega el derecho a expresar su rabia contra el mundo. Sin embargo, surge un problema cuando el sufrimiento de la gente es usado como excusa para emprender una campaña contra los servicios de seguridad de la Franja de Gaza, y llevar a cabo ataques contra edificios públicos, a pesar de que el personal controla las protestas para garantizar la seguridad y proteger la propiedad pública. De hecho, ese es uno de sus muchos deberes.

Sin embargo, la tarde del jueves los manifestantes intentaron lanzar piedras a un edificio de una compañía eléctrica en el centro de la Franja de Gaza. Las fuerzas de seguridad crearon un cordón en torno al edificio y evitaron los daños, mientras empujaban a los manifestantes hasta una zona segura.

En la ciudad de Jabalia, al norte de la Franja de Gaza, los manifestantes rodearon las instalaciones de los servicios de seguridad y lanzaron rocas, dañando el edificio y suponiendo un peligro para los que se encontraban dentro. La policía intentó detenerlos pacíficamente, pero, cuando se negaron a dispersarse, los agentes usaron porras y dispararon balas de sonido al aire; no recurrieron al gas lacrimógeno.

Aunque no se ha informado de heridos, un fotógrafo de AFP y un periodista de la Autoridad Palestina se encontraban entre la multitud y, al parecer, fueron golpeados un par de veces, según un portavoz del Ministerio de Interior. Varias personas fueron detenidas y puestas en libertad un par de horas después.

Esta ola de ira contra los servicios de seguridad de Gaza – que controla Hamás – llega tras otros ataques verbales en las redes hacia el movimiento de resistencia y sus servicios de seguridad en la Franja de Gaza, tras la detención del polémico cómico Adel Al-Mashwaki, de Rafah. La campaña contra Hamas incluye a todas las facciones izquierdistas y seculares de Palestina y a los oficiales de la Autoridad Palestina, incluidos el presidente Mahmoud Abbas y el primer ministro Rami Hamadallah. Incluso Nickolay Mladenov, Coordinador Especial de la ONU del Proceso de Paz en Oriente Medio, ha criticado al movimiento. Los oficiales israelíes, la razón principal detrás de la crisis eléctrica, no han dicho nada al respecto.

Es necesario dejar claro que, si queremos entender lo que ocurre en la Franja de Gaza, que es, después de todo, un bloqueo israelí; hemos de comprender que lleva ocurriendo diez años.

Además, las constantes incursiones militares de Israel – y tres grandes ofensivas desde 2007 – han destruido la infraestructura de Gaza, incluyendo la mayor planta eléctrica de la zona.

¿Qué papel juega Hamas en esta crisis? Es un movimiento de resistencia; como mucha gente tiende a olvidar, Palestina está bajo una brutal ocupación militar. La ley internacional le otorga al pueblo ocupado el derecho a resistir esa ocupación por todos los medios; es la ley. Sin embargo, aunque Hamas ha utilizado ataques suicidas – “operaciones martyrdom” – no ha llevado a cabo ninguna desde que se impuso el asedio. De hecho, desde su victoria electoral en 2006, Hamas no ha llevado a cabo ninguna operación militar en el terreno contra las fuerzas israelíes fuera de la Franja de Gaza. Por su puesto, ha resistido las ofensivas militares israelíes contra los civiles palestinos de Gaza. El líder del movimiento le ha ofrecido a Israel una larga tregua en varias ocasiones, pero los israelíes las han rechazado.

Hamas cree en la transición democrática del poder, y ha prometido aceptar al resultado de unas nuevas elecciones si la comunidad internacional garantiza que sean libres y justas, como lo fueron en 2006. Sin embargo, no está preparado para dimitir voluntariamente de su gobierno de facto de la Franja de Gaza sin estas garantías; después de todo, su legitimidad es mayor que la de Mahmoud Abbas, cuyo mandato debería haber terminado en 2009.

Es obvio que los israelíes están utilizando las facciones secularistas e izquierdistas de Palestina para culpar a Hamas del asedio israelí y la crisis que supone; divide y vencerás es una vieja técnica colonialista. La crisis eléctrica está directamente relacionada con el asedio y, aun así, las facciones se enfrentan a Hamás, que no ha rechazado ninguna propuesta para resolver el problema.

Además, Israel, como potencia ocupante, tiene la responsabilidad legal y moral de cuidar de las personas que viven bajo su ocupación; legalmente, esto se debería aplicar a los palestinos de Gaza tanto como a los de Cisjordania. Incluso si la AP no puede pagarlo, Israel ha de abastecer eléctricamente al pueblo de Gaza, como lo hace en Cisjordania. Puede que el gobierno israelí amenace con cortar la electricidad en Cisjordania por razones políticas, pero nunca lo hace. Sin embargo, en lo que concierne a Gaza, significa mantener su ocupación (controlando todas las fronteras y bloqueando el espacio aéreo y marítimo), y se niega a cumplir con sus deberes legales como potencia ocupante. ¿Cómo se va a culpar a Hamás de esto? ¿A qué diablos juegan los secularistas e izquierdistas?

Varios países, incluidos Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Turquía; han propuesto que la crisis de electricidad de Gaza se resuelva a expensa suya, pero la AP, dirigida por Mahmoud Abbas, se ha negado a esto, a instancias de Israel. Aunque ningún oficial del gobierno israelí ha comentado el asunto, está claro que se está haciendo un importante esfuerzo para volver a la opinión pública en contra de Hamas, lo cual ha sido un objetivo de Israel, Abbas y su AP y la comunidad internacional desde 2007.

A pesar de todo, los servicios de seguridad de Gaza han hecho del enclave costero uno de los espacios cívicos más seguros para sus ciudadanos (excluyendo las incursiones y ofensivas israelíes). Nadie que viva en Gaza, incluyendo a los oficiales de Fatah, puede negarlo. Por lo tanto, enfrentarse a Hamás es casi un tabú para la mayoría de los palestinos de Gaza, quienes vivieron inseguros durante años con los servicios de seguridad de la AP. Los dieciocho meses previos a Hamas son inolvidables para ellos.

Parece que los secularistas e izquierdistas sólo necesitaron que se hiriese a los dos periodistas y que algunos manifestantes fuesen detenidos para dirigir su ira hacia Hamás, cuando en realidad deben saber que ha de ir dirigida hacia Israel. En vez de eso, acusaron al movimiento islámico de reprimir la libertad de expresión y de movimiento. El hecho de que el Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio se haya tragado esta campaña es una vergüenza. Nickolay Mladenov y las facciones palestinas deberían haber estudiado el problema que llevo al pueblo a resolverlo presionando a las autoridades israelíes, y no haber convertido una mínima infracción de las fuerzas de seguridad de Hamas en un tremendo problema, en lugar de centrarse en lo importante: el asedio y la ocupación israelí.

Esta es la injusticia que demuestran la comunidad internacional – la UE incluida – y las facciones palestinas sin legitimidad real entre los palestinos ordinarios; esto quedó claro tras los resultados electorales de 2006, y hace que los israelíes, la AP y Occidente teman unas nuevas elecciones. Por lo tanto, no debemos traicionar de nuevo a los palestinos de Gaza informando de historias falsas mientras ignoramos la verdadera crisis y a aquellos responsables de ella. Se está desatando una crisis humanitaria en la Franja de Gaza, de la que es responsable el asedio israelí, no Hamás. No podemos olvidarlo.

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